Carrizo ~ gestar la vida


Carrizo ~ gestar la vida

¿Qué podemos aprender de una planta? ¿Qué transformará en nosotros al colocarla entre nuestras manos y entrelazarla una y otra vez?

El filósofo, Emanuele Coccia, nos recuerda que las plantas “no tienen manos con las cuales darle forma al mundo, pero sería difícil encontrar agentes más hábiles en la construcción de formas.” Son los “artesanos de nuestro cosmos”  —al crear la atmósfera y dotarla de oxígeno, habilitan la respiración y, con ella, la vida.

Plantas, respiración, manos, formas. Estos son los ingredientes esenciales de la colaboración que Alejandra Ortiz de Zevallos ha cultivado durante los últimos años con Phragmatis australis, la planta acuática que conocemos como carrizo, y que en el Museo Amano de Textil Precolombino en Lima, Perú.

El carrizo es una planta tan común que pasa desapercibida o, peor, es considerada “invasora”. Sin embargo, teje mundos que atraviesan vastas escalas y tiempos. Generosa y gregaria, se junta y se reproduce para sembrar agua, señalar su presencia e incluso filtrarla. Resiliente y duradera, sostiene viviendas, cestas, comunidades.

Aquí, nos encontramos dentro del diálogo íntimo que Ortiz de Zevallos entabla con el carrizo a través de la cosecha, el lavado, y el trenzado de sus hojas. Usando la técnica ancestral del q‘eswa, crea esculturas con sogas entrelazadas cuyas formas no son predefinidas —nacen y se gestan en la sutil danza de tejer.

Entre dibujos y telas, también surgen aquí continuidades de formas que sugieren los tejidos de las células de los cuerpos humanos y de las plantas. Los puentes que se tienden con saberes prehispánicos recuerdan que el arte de tejer materializa la convivencia socioambiental. Estas obras invitan a preguntarnos cuáles saberes y técnicas potencian modos de habitar entre aguas, plantas, suelos, y humanos que cuidan la vida en común.

Lisa Blackmore


Querido Carrizo

En el trama de nuestra historia compartida, has sido un compañero constante, manteniéndote firme junto a mis márgenes. De hecho, muchos sólo perciben mi presencia a través de tu elegancia, porque cuando te ven saben que debo estar cerca. Tu estatura supera a la mía y desde la distancia tus panojas lilas, que danzan en la brisa primaveral, cautivan al transeúnte, quien exclama: “¡Allí está el cañaveral! “

Nuestra conexión trasciende lo visible, con redes de comunicación subterráneas, pues puedes estar a metros de distancia, pero nuestro vínculo permanece intacto. Me ha maravillado tu capacidad de crecer; eres extremadamente rápido y te reproduces con facilildad, extendiendo tus raíces en un radio de diez metros en un año. La fuerza que emanas es un testimonio de la resiliencia de la naturaleza.

A lo largo de siglos, hemos formado puentes que facilitan el intercambio de nutrientes. Compartimos oxígeno y dióxido de carbono a través de tu caña, fomentando un ecosistema más complejo y mejorando la calidad del aire y el agua. El espacio que albergas en tu tallo y raíces, “aerénquima”, es un tejido especializado que da vida a nuestra danza simbiótica.

Tu origen misterioso es un testimonio de tu adaptabilidad para arraigarte en diferentes contextos. Desde Europa hasta América del Norte y Asia, te has convertido en una presencia global, enriqueciendo paisajes y brindando santuario a insectos, larvas y aves. Has estado aquí mucho antes que los humanos. Hace 50 millones de años tu familia, Gramineae, comenzó a aparecer en la Tierra, mientras que la especie humana (Homo sapiens), a quienes has guiado a lo largo de los años en el desarrollo de sus sociedades, evolucionó hace sólo 200.000 años.

Espero que a través de tus susurros puedas seguir ayudándolos a comprender que necesitamos urgentemente restablecer nuestro vínculo con la naturaleza. Lo cual sólo puede suceder entrenándonos en la escucha sutil y profunda; necesitamos recuperar la conciencia de ser parte del todo. Por favor, difunde el mensaje de la mano de los artesanos y de todos aquellos que se acercan a ti necesitando respuestas. Hazles saber que toda acción tiene consecuencias; nada es superfluo, porque cada cuerpo es un recipiente inteligente en este viaje infinito sin principio ni fin.

Mientras navegamos por las corrientes siempre cambiantes de la existencia, agradezco la riqueza que aportas a nuestra historia compartida. A cambio, prometo seguir alimentando tu crecimiento, promoviendo tu supervivencia y la continuación de tus raíces en todos los territorios.

Con cariño,

El río

Programa público

Lunes 8 de julio  
3:00 pm a 5:00 pm, Museo Amano, Retiro 160, Miraflores, Lima

Santiago Pillco trajo Ichu para hacer la demostración de tejido y los participantes replicaron el movimiento con el carrizo. Contó su historia de cómo aprendió y la importancia de mantener vivas esas técnicas y darle valor al hacer artesanal. Alejandra compartió su proceso de crear las piezas de carrizo expuestas y su experiencia con el tejido. Las estudiantes de Yanama hicieron la soga mientras escuchaban.

Jueves 11 de julio, 4:00 pm, Museo Amano, Retiro 160, Miraflores, Lima

En esta charla, el biólogo y profesor Rául Loayza-Muro comentó sobre las propiedades del carrizo en relación a ciclo del agua. Abordó preguntas como: ¿Cómo el carrizo retiene contaminantes del agua y los suelos? ¿Dónde se aplica en el Perú? ¿Cómo se adapta y comporta físicamente la planta para lograr esa asimilación?

La dinámica de la charla incluyó la participación de participantes diversos, incluyendo estudiantes de arte y de biología, a través de una “cosecha” en dibujo del contenido de la presentación donde el dibujo sirvió para incorporar la información sobre la planta y las conexiones entre los tejidos vitales que sostienen la vida, tanto en las plantas, como en nuestros cuerpos y los ecosistemas. 

En esta visita guiada, Alejandra Ortiz de Zevallos compartió los procesos y las investigaciones detrás de la muestra Carrizo – gestar la vida. También, se ofreció un recorrido al Museo Amano para conocer su importante colección de obras de tejido.

Carrizo ~ gestar la vida

Exposición individual de Alejandra Ortiz de Zevallos

Curaduría de Lisa Blackmore / entre—ríos

Agradecimientos

Estímulos Económicos para la Cultura 2023, MINCUL Perú, entre—ríos, Prof. Raúl Loayza-Muro, Museo AMANO, MATER Iniciativa, University of Essex, Universdad de Nuevo México

Alejandra Ortiz de Zevallos Rodrigo (Lima, 1995)

Alejandra estudió escultura en la PUCP y obtuvo un título de MFA en la Universidad de Nuevo México. A través de su obra textil explora el lenguaje simbólico de la unidad, la interacción y la reproducción. Su trabajo aborda temas como la creación de vida, las dependencias de los organismos y la relación entre el ser humano y el medio ambiente. También dirige talleres sobre trenzado de fibras naturales, basándose en técnicas tradicionales aprendidas durante su residencia Mater 2020 en Moray, Cusco. Su trabajo ha sido expuesto en el Museo de Arte de Lima, PaRC PINTA 2022 y 2024, Galería del Paseo, La Mancha, Wu Galeria, CCPUCP, Lagos en la Ciudad de México y JCAF en Johannesburgo. En el 2022 recibió Mención Honrosa en el XII Concurso Nacional de Pintura del BCRP y en el 2023 fue beneficiaria de los Estímulos Económicos para la Cultura. Su investigación forma parte del Future Materials Bank y también es miembro de los colectivos Ensayos y entre—ríos.

PRENSA: El carrizo, una planta para multiplicar los encuentros

Endémico, Chile, 24 de junio de 2024.

PRENSA: Carrizo 〜 gestar la vida

Artishock, Chile, 7 de agosto de 2024.

PRENSA: “Carrizo ~ gestar la vida”, la nueva exposición de Alejandra Ortiz de Zevallos

Revista Cosas, Perú, 29 de julio de 2024.

PRENSA: Alejandra Ortiz de Zevallos exhibirá la muestra “Carrizo ~ gestar la vida” en el Museo AMANO

El Comercio, Perú, 22 de junio de 2024.