Ensamblajes más-que-humanos
Evitando consideraciones antropocentristas, el termino más-que-humano propone conexiones vitales y materiales entre humanos y no humanos. Se configura a través de ecologías que integran animales, plantas, fenómenos, fuerzas, objetos y flujos, atendiendo a sus relaciones con la vida humana y la cultura. Se utiliza para indagar en y fortalecer interacciones, relaciones, agencias y movimientos afectivos entre artefactos culturales y no humanos. Ayuda así, al desmantelamiento de las divisiones rígidas entre cultura y naturaleza y al re-descubrimiento de sus vasos comunicantes. Sin embargo, las configuraciones más-que-humanas son tan variadas como la materia, pueden tomar la forma de ensamblajes híbridos o naturculturas, o de ensamblajes más bien hídricos, encarnados en cuerpos de agua; o en forma de correpondencias y colaboraciones, tejidos, nudos, redes e imbricaciones. Atender a lo más-que-humano abre diversas escalas de atención a la vida multiespecie, la escala celular del holobionte humano hasta las imbricaciones de vidas y materias de las formas infraestructurales que transforman los territorios del planeta.
Los proyectos descritos en ensamblajes más-que-humanos problematizan estas formas de vivir, compartir y controlar. Lo hacen enlazando el pasado, el presente y el futuro de formas no lineales. Indagan sobre obras de infraestructura y actividades industriales que dependen de los ríos y sus comunidades. Se preguntan cómo las economías políticas y las políticas económicas han afectado a los ríos a lo largo de la historia, al crear contrapunteos entre tradiciones y prácticas premodernas y culturas de agua atravesadas por el extractivismo, el hidropoder y la industrialización, que cambian los cursos y pulsos de los ríos e introducen en ellos nuevas especies. Pensar los ríos como ensamblajes y “máquinas orgánicas” es palpar sus sincronías y discordanciasy especular sobre las formas futuras que pueden tomar en el Capitaloceno; también es percibir cómo el agua se resiste a la linealidad del progreso y articula su propia voluntad de movimiento, en conjunto con otras vidas y cuerpos.
En T e c n o s i s t e m a, Alejandro Jaime (2020) mapea las presas e hidroeléctricas que alteran el pulso del Rimac y abstrae formas geométricas de estas infraestructuras para componer ilustraciones digitales que las fusionan con fósiles de amonitas, creando así un ensamblaje entre techné y ecosistema. Diego Orihuela (2020, fig. 9) también echa mano de la especulación y la ficción para componer un denso archivo de arte digital en clave de ecoterror que inventa la existencia en el Rimac de una especie híbrida de trucha-cactus, fusión de un pez introducido por mineros estadounidenses y una planta nativa cotizada como objeto exótico.
En la misma cuenca, en Canales subterráneos Ana Teresa Barboza y Rafael Freyre (2020) parten de las tuberías que atraviesan la ciudad desértica de Lima para crear el storyboard para un proyecto futuro que propone reanudar el ciclo de agua que une la costa limeña con las montañas donde nacen sus aguas. Activando saberes ancestrales altoandinos, conjeturan nuevos actos de reverencia a los pozos casi invisibles donde la cuenca del Rimac desemboca en el Océano Pacífico. En otras latitudes, Eduardo Abaroa, en El tren desde el río (2020), analizó el proyecto del Tren Maya en el sur de México al cosechar videos disponibles en línea que alaban y protestan este plan de megainfraestructura, promovido por Manuel Andrés López Obrador. Junto con un ensayo crítico sobre los impactos históricos del comercio y la industria sobre los pueblos maya que habitan el Usumacinta, sus videos cortos se apropian de material en línea para lanzar mensajes satíricos hacia las promesas de “progreso” asociadas al tren.
1 Sarah Whatmore, “Materialist Returns: Practising Cultural Geography in and for a More-than-Human World,” Cultural Geographies 13, no. 4 (2006): 600-609. doi.org/10.1191/1474474006cgj377oa
2 Donna Haraway, When Species Meet (Minneapolis: University of Minnesota Press), 2008.
3 Astrida Neimanis, Bodies of Water: Posthuman Feminist Phenomenology (Londres: Bloomsbury, 2016).
4 Tim Ingold, Correspondences (Cambridge: Polity Press, 2021).
5 Richard White, The Organic Machine: The Remaking of the Columbia River (Nueav York: Farrar, Straus and Giroux, 1996).